La impresión en tres dimensiones ha sido uno de los avances más importantes de los últimos años. Con ella se eliminan los pasos intermedios en los procesos de fabricación para ahorrar tiempo y dinero. Entre sus ventajas están la de crear productos personalizados con facilidad o evaluar la funcionalidad e idoneidad de un diseño desde la primera pieza. Hoy veremos que tiene más ventajas, ya que impresión 3D y medioambiente van de la mano.
Todas estas ventajas, y alguna más, las recoge la Comisión Europea en La naturaleza disruptiva de la impresión 3D. En este comunicado queda claro que este tipo de impresión también tiene un impacto positivo en el medioambiente y el cambio climático. Un aspecto que interesa debido a lo concienciada que se encuentra en la actualidad la población para proteger al planeta.
Impacto positivo de la impresión 3D para el medio ambiente
¿Por qué tiene un impacto positivo para el medioambiente? La primera de las razones es porque el material que hace falta para crear una prótesis médica, por ejemplo, es mucho menor que si se elaborase a través de un método de fabricación tradicional. Esto quiere decir que la impresión 3D aprovecha mejor los materiales y reduce los residuos.
Una segunda razón está relacionada con el reciclado de algunos materiales que ya han sido utilizados. Las bolsas de plástico o las piezas electrónicas pueden ser útiles para crear nuevos diseños. Por lo tanto, esto supone un gran beneficio para el medioambiente y una apuesta por la economía circular, ya que se le puede dar una nueva vida a productos que terminarían en la basura.
Cómo contribuye la impresión 3D a la protección frente al cambio climático
Reciclar materiales, reducir los desechos… Esto está bien, pero no nos podemos olvidar de que «el cambio climático es el mal de nuestro tiempo» como afirman desde Greenpeace. La temperatura de nuestro planeta ha aumentado, hay sequías que afectan a todo el mundo y olas de calor que terminan con vidas de personas. ¿Cómo la impresión 3D puede ayudar en todo esto?
Reduce la huella de carbono
Con este tipo de impresión no es necesario que haya complicadas cadenas de ensamblado, ya que es posible fabricar un diseño complejo de una sola pieza para poder ahorrarnos este paso. Lo que se consigue con esto es reducir la energía que podría hacer falta para crear la misma pieza, pero a través de un proceso de fabricación tradicional. Así, la huella de carbono es mucho menor.
Otro aspecto interesante, y en el que entra en juego Internet, es que se puede enviar un tipo de modelo a cualquier punto del planeta para que este sea creado a través de la impresión 3D sin depender de los medios de transporte. Lo que se evita con esto es enviar el producto físico, con la consecuente huella de carbono que se produce durante el envío, embalaje y almacenamiento.
Impresión 3D y medio ambiente: permite fabricar vehículos y casas de forma eficiente
¿Es posible fabricar vehículos y casas con la impresión 3D? La verdad es que sí. En el caso de los coches, incluir en ellos componentes 3D durante su fabricación consigue que sean más ligeros y que al mismo tiempo se esté ahorrando en materiales, combustible y manipulación. Algo muy parecido sucede con las viviendas de una sola planta que pueden estar hechas en tan solo un día.
La impresión 3D puede ser la solución para contribuir a la mejora del medioambiente y combatir el cambio climático. A pesar de que se trata de un avance que todavía asoma tímidamente, darle el protagonismo que puede llegar a tener puede tener resultados muy positivos. El planeta necesita soluciones rápidas y eficaces, y parece que este tipo de impresión las puede ofrecer.
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