Sí, realmente diseñar portadas es todo un arte. Sobre todo actualmente que la gente recurre a soportes electrónicos por su comodidad.
 
Son un reto tanto para escritores como editores, diseñadores e incluso los departamentos de marketing. Una portada es el packaging inherente al libro, su carta de presentación. Y tiene el gran reto de competir con miles de portadas. Claro que lo importante está en el interior. Pero si te seduce la portada, seguro que mirarás en su interior.

Siempre viene bien saber por dónde respira el mercado The New York Times Book Review publica todos los años una lista de los 100 mejores libros a su parecer. Con lo que se puede evaluar a golpe de vista los aciertos y errores de las portadas propuestas.
 
Como todo Arte, los gustos son infinitos. Pero la lógica, la comunicación y la belleza no están reñidos. Por lo que es interesante contar con unas pautas a la hora de elaborar unas portada de libro.
 
Claves de partida
 
Lo primero a tener en cuenta es el soporte: Digital o en Papel.
 
Aunque la mayoría de los libros se editan en ambos soportes y se comete el error de utilizar la misma portada. Las portadas impresas necesitan 300 ppp de resolución y las digitales solo 72 ppp, lo que es una diferencia considerable.
 
Craso error. Soportes diferentes, resultados diferentes, impactos diferentes. No sirve el conformismo.
 
Las plataformas para la adquisición de libros digitales utilizan unas rejillas para no enfatizar un libro sobre otro. Todas las portadas se adaptan al ancho de caja común a todos por lo que no se tiene en cuenta el formato del libro de papel. Imaginaros el resultado de 21 cm cuando lo reducimos a 4 cm. Ese será el efecto visual que causaremos siendo generosos. Una lástima perderemos la mayor parte del impacto.
 
No seamos vagos cada soporte tiene su portada.
 
Aunque tienen puntos en común:
1. Una portada siempre es un reflejo del interior para generar expectación o deseo. Para hacer una portada hay que conocer el interior, hay que leerse el libro. Si no puedes crear algo muy bonito pero vacío de contenido.
 
2. Una de las claves es la tipografía. Siempre tiene que ser acorde con el tipo de libro. Con su carácter o estilo. Resulta obvio si piensas en un libro de historia y lo comparas con uno infantil.
 
Aparte de la forma, el tamaño y el color también influyen. Lo más importante es la legibilidad. Título y autor a golpe de vista. Una buena combinación de tipografías y estilos puede resultar atractivo. Pero no cualquier combinación lo importante es saber elegir
 
3. ¿Vamos a utilizar imágenes en portada o solo tipografía? Utilizar imágenes aporta mucha más información, emociones y sentimientos.
 
Si utilizamos imágenes nunca, nunca deben polucionar el título de la obra ni el autor de la misma. Si no las utilizamos tendremos que generar la expectativa solo con la tipografía.
 
La portada digital
 
Abrimos internet. Nos vamos a nuestra página habitual, o la recomendada para la adquisición de nuestros eBooks y nos encontramos la batería de imágenes de libros novedosos, o los Betssellers, o las clasificaciones según los géneros…
Hacemos un barrido generalizado por ver esas sensaciones. Todos tienen debajo, sobre la clasificación por estrellitas, el título y el autor que homogeneiza cada plataforma. Claro en las portadas que no se han trabajado para la web no se leen en la mayoría de los casos el título y mucho menos el autor. Una lástima.
 
La otra clave de la portada digital es el contraste. Y el color dominante de la pequeña imagen que genera la portada. La clave es la sencillez. Cuando se poluciona demasiado no se ve nada, ni la imagen ni el texto. Nunca se deben utilizar imágenes con textos ya que se suman a los textos de portada y se termina recurriendo a las tediosas cartelas.
 
Tampoco, hay que utilizar en el texto un color afín al fondo (sin que realmente haya un contraste rotundo) ya que se pierde totalmente la lectura.
 
Ojo con la tipografía, las ligth, muchas de las serifs, los remates finos, las caligráficas, gran parte de las condensed, las inferiores al cp 9… pierden su legibilidad.
 
No esta demás ver qué se cuece en el mercado editorial. Tomarse un tiempo para llenarnos el espíritu de ideas. De esas sensaciones para crear en nuestra medida algo realmente seductor, chocante, simpático o la sensación que queramos generar. No está demás que los autodidactas se dejen guiar. El público se merece lo mejor ya que él nos dedica su tiempo y es nuestro mejor embajador.
 
Otro día hablaremos de las portadas en papel las grandes seductoras que juegan con mas de un sentido. Esas pequeñas obras de arte que pueden llegar a seducir a generaciones venideras.

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