Vivimos en la era del cliente. Los consumidores de hoy saben más, esperan más, demandan más. Los servicio de primera clase se han vuelto una commodity, y los compradores ya no son leales. Todo esto lo ha provocado la disrupción digital, que está mucho más cerca de lo que imaginas.
El año 2030 solía sonar muy futurista; sin embargo, está a la vuelta de la esquina. Entonces, ¿qué pasará en el año 2030?