Cerrar la brecha entre la experiencia que reciben los consumidores y sus expectativas es la clave del éxito para el futuro de las industrias.
Vivimos en la era del Darwinismo digital. La tecnología y la sociedad evolucionan más rápido de lo que la mayoría de las empresas pueden seguir. Para todas las industrias, los clientes están cambiando. Y como resultado, irrumpen contra los mercados y las empresas en el proceso. Están más conectados, super-informados, son más exigentes, impacientes, esquivos y egocéntricos.