La impresión digital ha recorrido un largo camino durante los últimos veinte año, apostando más por el tóner. Sin embargo, a pesar de este éxito, la mayor parte de la impresión comercial se produce aún con prensas offset tradicionales como la Jet Press. Esto se debe a que las tecnologías basadas en tóner no consiguen la calidad ni la productividad necesarias.