Hagamos magia. No dejemos de sorprender y sorprendernos con los efectos que la luz puede causar, incluyendo el color iluminado. Tenemos los medios solo falta un poco de imaginación para crear un mundo onírico donde las ilusiones ópticas nos recreen.

Os invitamos a esta escuela de magia con la condición de que os ilusionéis y empecéis a soñar. Saquemos pues los recursos de la chistera.

Alquimia de las tintas y el color iluminado

Basándonos en la alquimia de las tintas: La fosfocrómica absorbe y almacena la energía luminosa (no importa su fuente de origen: artificial o natural) ya que contiene pigmentos inorgánicos. Se trata de una mezcla de aluminio y estroncio. El resultado es una pasta amarillo pastel de pequeñas partículas cristalizadas.

Al ponerla a oscuras… “¡tachan!” su reacción es la emisión de luz de alta intensidad y un color brillante. Su manejo no supone ningún riesgo ya que no es tóxica, ni radioactiva, ni inflamable, ni explosiva. Y es ideal para el offset y la serigrafía.

Tintas fluorescentes invisibles

Sigamos a oscuras para ver los resultados de las tintas fluorescentes invisibles. Aplicamos luz negra y “voilá” nuestra imagen, como aparecida de la nada. Las tintas fluorescentes invisibles son imperceptibles hasta que se exponen a la luz ultravioleta. En estas encontramos de diferentes características. Las permanentes que entre sus múltiples usos esta la antifalsificación de productos, o en sellos, estampados etc. Se aplican mediante flexografía, offset y serigrafía. Pero luego hay otras con nanopartículas que las hacen desaparecer en cuestión de horas como las del equipo de investigación de la universidad de Northwester. Bajo la supervisión de la ingeniera química y bióloga Bartosz Grzybowski utilizan nanoparíticulas de oro y plata incrustadas en un gel orgánico capaz de autoborrarse. Estas necesitan como soporte unas películas especiales. Un material digno de un auténtico espía o un hábil mentalista.

El encanto de las tintas fotocrómicas

Otro tipo de tintas sensibles a la luz ultravioleta son las fotocrómicas. Estas hacen el efecto contrario a las anteriores. Parecen incoloras pero cuando se exponen a la luz solar dejan aparecer intensos colores. Tienen también carácter reversible regresando a su estado original si se las priva de la energía solar. También las hay que cambian en la exposición a otro tono diferente según el espectro de absorción.

El misterio de la termocromía y el color iluminado

Y si de alquimia se trata porque no variar las cosas de color cambiando la temperatura. Ya vimos la utilidad de la microcápsulas para los aromas que funcionaban por fricción, ahora nos serviremos de ellas para encapsular colores que actúen cambiando el tono al ser expuestas a diferentes temperaturas. Un ejemplo curioso de lo que la verdad esconde podría ser el del diseñador Guillem Casasús; en su proyecto editorial Power utiliza tintas termocrómicas para desvelar lo que esta oculto. Una vez expuestas las páginas al calor la verdad cobra visibilidad. Una verdadera revolución gráfica. Otro ejemplo práctico es el del estudio sueco de diseño Bedow que creó etiquetas sensibles a la temperatura de forma que variaba la imagen: de un sol a un copo de nieve según la temperatura de refrigeración o la de un arbolito de hoja caduca, con y sin hojas.

La Luz Fantasma: Técnica de Iluminación y Tratamiento del Color

La luz fantasma es una técnica innovadora que combina iluminación y tratamiento del color para producir efectos visuales sorprendentes. Esta técnica se basa en la manipulación de fuentes de luz y el uso de tintas especiales para crear ilusiones ópticas que deslumbran y fascinan al espectador. Ya sea en el mundo del arte, la fotografía o la impresión, la luz fantasma se ha convertido en una herramienta esencial para aquellos que buscan trascender los límites tradicionales del color y la percepción.

Tintas Hidrocrómicas: El juego del agua y el color iluminado

Quién no ha visto los trucos del vaso vacío que siempre arroja agua o el del lleno que nunca se derrama y es que con el agua siempre está ahí. Por eso las tintas hidrocrómicas tienen como base de reacción el agua. Secas pueden tener un tono blanquecino pero en contacto con el agua brillan con todos sus colores. El efecto es reversible cuando se secan.

Conclusión: La magia continúa

Todavía queda mucha tinta en el tintero y os invitamos a que nos sigáis en las sucesivas clase de magia.

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