La sostenibilidad y la publicidad responsable van cada vez más de la mano. A la hora de diseñar una campaña, debemos tener en cuenta aspectos como el nivel sonoro o visual que pueda afectar al público y al urbanismo de las grandes ciudades. Por ello, en este post queremos explicarte algunos consejos para ser respetuoso con el medioambiente y, al mismo tiempo, sacar el máximo partido a tus acciones de marketing. ¡Empezamos!
La publicidad exterior sigue siendo muy necesaria
Los últimos estudios de neuromarketing elaborados por Rob Ellis en el Neurocamp de 2017 revelan que la publicidad exterior sigue teniendo un papel fundamental. Pese a la reciente transformación digital que estamos viviendo, todos los formatos offline logran un mayor impacto en el usuario que internet o las redes sociales.
En los últimos años, la saturación publicitaria en las grandes urbes ha sido evidente. En este sentido, se ha integrado sin tener en cuenta todos los efectos contaminantes que puede producir. Por un lado, da la sensación de dejadez y también agudiza la contaminación lumínica, lo que afecta de manera directa a todas las especies animales que viven en su hábitat. Por otro, a nivel estético tiene repercusiones en su imagen exterior.
De este modo, cada vez es más necesario hacer publicidad de forma sostenible. Fernando Olivares recogió en sus investigaciones de 2009 que la saturación publicitaria puede conllevar consecuencias para el sistema nervioso. Provoca estrés y cefaleas, e incluso puede distraer a los conductores y producir accidentes de tráfico. Por lo tanto, queda claro que urge encontrar otras estrategias que sean más beneficiosas para la sociedad.
Sostenibilidad y publicidad: así será más sostenible
Quizás creas que esta pregunta tiene una respuesta sencilla, pero no es así. Conseguir una publicidad sostenible va mucho más allá que simplemente ser respetuoso con el medioambiente. En primer lugar, las marquesinas que se usan para anunciar los productos o servicios de las empresas han de integrarse dentro del plan urbanístico de la ciudad.
Por otro lado, resulta fundamental crear un valor que sea compartido por la sociedad y por la empresa. No olvides que la presencia de una marca anunciándose de forma sostenible y respetuosa con el entorno es capaz de generar beneficios sociales y ambientales para la ciudad. Además, la compañía se beneficia a nivel económico reforzando sus ventas. Por este motivo, cualquier proyecto de publicidad sostenible, aparte de reducir la huella ecológica, debe desarrollar una función cultural.
El uso de nuevas técnicas de marketing, como el place branding, es realmente beneficioso, pues también se contribuye a dar a conocer el lugar. A la hora de desarrollar tu estrategia publicitaria, ten en mente todo el entorno en el que la vas a integrar. La sostenibilidad en el espacio urbano es primordial, por lo que has de distribuirla de forma ordenada y no sobrepasar los límites de contaminación visual o lumínica.
Poner en práctica la responsabilidad social corporativa
Esta es la única manera de configurar una publicidad que vaya más allá de vender. No basta con proyectar unos valores relacionados con la responsabilidad social corporativa, sino que también hay que ponerlos en práctica. De esta forma, tu empresa demostrará que no solo busca generar beneficios.
El empleo de materiales sostenibles, como el papel para imprimir y una tinta que no sea tan contaminante, también ayudará a combatir el cambio climático y a mostrar el compromiso de la empresa con la naturaleza.
La sostenibilidad y el respeto al medioambiente son dos principios imprescindibles para la publicidad responsable del siglo XXI. El marketing tradicional sigue teniendo un gran tirón en la sociedad, por lo que hay que sacarle el máximo partido, pero siempre respetando el entorno.