Las marcas cambian y evolucionan a lo largo de su vida. Por ello, en ocasiones es necesario plantearse el rebranding como una oportunidad para actualizarla y adaptarla a su nuevo contexto. Seguro que recuerdas cómo era el antiguo logotipo de Apple, o el de Pepsi, por poner dos ejemplos muy conocidos. A pesar de que nos encantan ambas versiones vintage, ¿a que consiguieron adaptarse a la nueva era para ser más competitivos en su sector?
¿Qué es el rebranding?
Se conoce como rebranding al proceso por el que una marca cambia de nombre o imagen corporativa. Esta transformación puede realizarse tomando el diseño inicial como punto de partida o creando un concepto totalmente nuevo y original. Esto dependerá de las razones que motiven el cambio y la finalidad perseguida.
Síntomas de que una empresa necesita renovar su identidad de marca
Un rebranding significa darle un nuevo rumbo a la marca. Por tanto, ¿cuándo se recomienda hacerlo?
– Nueva etapa: cuando la empresa quiere realizar cambios que afectan a la estructura o a la naturaleza del producto. Por ejemplo, cuando se busca un reposicionamiento dentro del sector, o cuando el producto o servicio cambia.
– El target: cuando se cambia de público objetivo y la marca necesita readaptarse para atraer a estos posibles nuevos clientes. Otra situación puede ser que nuestro actual target no se identifique con lo que la marca transmite.
– Momento de crisis: cuando la marca está pasando por un mal momento y se quiere cambiar su identidad para revitalizarla. Esta crisis puede estar derivada por problemas de reputación o por una pérdida de la cuota de mercado.
– Imagen anticuada: cuando la estética del diseño de la marca se ha quedado desfasada y no se corresponde con los valores actuales.
– Internacionalización: cuando la empresa está pensando en dar el salto hacia mercados internacionales. Es posible que necesite algunos cambios para comunicar de manera acertada fuera de sus fronteras.
– Los valores: a menudo sucede que cuando se desarrolla la imagen de una empresa no se piensa en qué valores se quieren transmitir y cómo expresar la personalidad de la empresa. En esos casos, con el tiempo, se acaban dando cuenta de que sus clientes no perciben la marca como se desearía.
Cinco consejos para llevar a cabo el rebranding de tu marca con éxito
Si estás pensando en renovar el branding de tu negocio, te contamos a continuación una serie de recomendaciones que te van a ayudar a afrontarlo de la mejor manera:
– Analiza la situación. Piensa en qué momento se encuentra la marca, cuáles son sus debilidades, sus puntos fuertes y cuáles son los objetivos que quieres conseguir a corto, medio y largo plazo.
– Piensa en tu público objetivo. Ellos deben ser el centro de toda tu comunicación, y en el proceso de rebranding serán el eje central sobre el que gire todo. Tampoco olvides a tu público interno, el talento de tu empresa es vital para el éxito de tu comunicación.
– Confía en los expertos. Cambiar una marca es un proceso muy emocional, ya que las empresas se sienten muy ligadas a la imagen que les ha representado durante años. Asesórate con expertos que te ofrezcan una visión profesional y objetiva.
– No temas al cambio. Es muy humano tener miedo a lo nuevo. Sin embargo, permítete explorar nuevos horizontes y pensar de manera creativa.
– Feedback de tus clientes. Puedes sacar muchas conclusiones sobre cómo perciben la marca y lo que esperan de ella. Sobre todo, esta información va a darte muchas pistas sobre lo que necesitas cambiar.
El rebranding puede afectar a la parte visual de la marca o incluso replantear la estrategia seguida hasta el momento. Lo verdaderamente importante es que sea el fruto de un trabajo de análisis concienzudo para que valga la pena.