El orden no suele asociarse con el concepto de creatividad. Algunas de las mentes más innovadoras de la historia fueron muy desorganizadas.

Existe una fotografía de la revista Time del escritorio de Einstein el día que murió: montones de papeles por todas partes. Podemos ver esto en los escritorios de Steve Jobs o Mark Zuckerberg.

Es fácil entender la filosofía de que «las mentes creativas rara vez están ordenadas». E idealizar que la creatividad es la inspiración en cualquier momento y en cualquier lugar.

La estructura es percibida como el enemiga del ingenio. También que le pone límites e inhibe la ideación. ¿Por qué gastar un tiempo valioso en la limpieza del escritorio cuando podría estar soñando con la próxima gran idea?

La organización no es solo un escritorio ordenado o llegar a la «bandeja de entrada cero». Eliminando distracciones y optimizado su tiempo, aparece espacio para que fluya la creatividad.

«Creando espacio para soñar»

Hay una idea errónea de que los sistemas inhiben el flujo natural de ideas. Después de todo, no podemos predecir cuándo saldrán a la luz nuestras mejores ideas. Pero crear una estructura organizativa no es un intento de controlar la inspiración. Consiste en eliminar las distracciones. Ofreciendo un espacio donde seamos libres de concebir ideas brillantes. Así como, analizarlas y descubrir por qué son convincentes.

Disney, una de las empresas más creativas del mundo, emplea un flujo de trabajo único. Rompe el proceso creativo en tres etapas: soñadores, realistas y críticos.
Al inicio de un proyecto, los soñadores crean un conjunto de ideas (¡creatividad al poder!). Estas ideas se desarrollan sin las dudas o restricciones de la realidad. A continuación, el equipo se traslada físicamente a una nueva ubicación y se convierte en Realistas. Allí comienzan a hacer planes lógicos para lograr las soluciones propuestas. Finalmente, se mueven por tercera vez. Donde pensarán posibles obstáculos y formas de superarlos como críticos.
 Con esta división, Disney está creando espacios específicos, que fomentan la inspiración, los planes y las soluciones.
Es importante saber cuándo estás en tu mejor momento durante la jornada laboral. Muchas veces nos quedamos atascado con pequeñas tareas. Y se acaba el tiempo para hacer lo que realmente importante.
Si faltan unos meses para la fecha límite, hemos de poner esos proyectos en un segundo plano. Para poder extinguir los pequeños incendios como una victoria fácil. Planificar el día le dará prioridad a el trabajo importante y guardará tiempo para la creatividad.
Un estudio realizado por la Universidad del Sur de California encontró que los adultos están más centrados y son más productivos por la mañana. Este es el mejor momento para trabajar en proyectos más difíciles y creativos. Aprovechando que la concentración, la memoria y el estado de alerta están en su punto máximo. Estas cualidades disminuyen alrededor del mediodía. Especialmente después de una comida. Lo que posiciona a la tarde como el momento perfecto para ponerse al día con correos electrónicos.
Finalmente, tras de un impulso de cafeína necesario, las tardes se utilizan mejor para las tareas más pequeñas. Consejo: observa tus niveles de energía para crear un plan diario que optimice las horas.

Entonces, ¿qué pasa cuando es hora de abordar las pequeñas tareas? Es fácil perder horas revisando correos no deseados o buscando un archivo específico. Sin un sistema todo se acumula en el tiempo. Y, tendemos a repetir el mismo proceso una y otra vez. Crear un sistema personal toma tiempo. Pero todo consiste en un juego a largo plazo.

El truco consiste en idear un sistema intuitivo, fácil de usar y que reduzca la cantidad de pasos a completar.
¿Cuáles son los mayores pain points? ¿Es el número abrumador de correos electrónicos en su bandeja de entrada? Configura una estructura de carpetas que ordene los correos electrónicos al recibirlos. ¿Está buscando sus llaves porque nunca están en el mismo lugar? Cuelga un juego de ganchos junto a la puerta. Incluso Steve Jobs sistematizó su vestuario: un simple cuello alto negro, jeans y zapatillas.
Para concentrarse más en crear el nuevo iPhone, y menos en decidir qué ponerse en la mañana. Consejo: Comienza simple. Identifica los cinco puntos críticos del día y desarrolla un método para automatizar o simplificar esa tarea.

En lugar de tomar repetidas veces decisiones pequeñas, toma una decisión inteligente. Invierte tiempo en prepararte para el éxito futuro. Acepta tus mejores ideas, las más creativas. Fomenta un mejor trabajo organizando su día. Simplifica el desorden para hacer espacio para grandes ideas. En Aries, podemos ayudarte.

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