Dentro de la publicidad en el punto de venta, los expositores de producto son un elemento clave para publicitar lo que se quiera vender. Bien utilizados, dan mucha visibilidad a la marca y aumentan las ventas de un determinado producto, exponiéndolo ante el público objetivo que se quiera atraer.
Para hacerlo, necesitas aprender a diseñar el mejor expositor, el más llamativo. Con el fin de ayudarte a sacarle el máximo partido, te hablaremos más sobre ellos, explicándote su definición, las diferentes clases, los materiales que debes usar y otros factores clave a tener en cuenta.
¿Qué son los expositores de producto?
El expositor de producto es un mueble donde se expone, almacena o se visibiliza un objeto en el punto de venta. Se usan para promocionar determinados productos que se quieran destacar, los cuáles pueden depender de ofertas, liquidaciones o incluso fechas. Por ejemplo, para el Día del Padre es normal destacar más los típicos regalos que se hacen.
Además de exponer objetos, se pueden usar con el fin de colocar catálogos o folletos de manera accesible para los clientes. El objetivo final en todo caso es llamar la atención.
Tipos de expositores de producto
Según su diseño, hay 3 clases de muebles para exponer. Vamos a verlos por separado:
Sobremesa
Como su propio nombre indica, es aquel que está colocado encima de una mesa, soporte o mostrador. Es habitual encontrarlos cerca de la caja o para una promoción.
Al no ser tan grandes, se usan habitualmente para publicitar productos pequeños, como por ejemplo snacks o maquillaje. Además, son útiles a la hora de colocar folletos o flyers.
Pared
Estos expositores se llaman así porque están pegados a una de las paredes. Pueden instalarse en forma de estantería, de mesa o de vitrinas, dependiendo del uso.
Son comunes en la mayoría de promociones y rebajas en todo tipo de puntos de venta, ya que destacan un producto sobre otro. Al ir en la pared, se trata de aprovechar el espacio, así que se venderán objetos de pequeño tamaño cerca del mostrador.
Expositores de producto de pie
Con forma de estantería, torre o isla, es un expositor vertical a diferentes alturas empezando desde el suelo. Son más llamativos que los anteriores y funcionan para una venta más agresiva, promocionando una marca o una rebaja en una fecha determinada, como por ejemplo las ofertas del Día del Padre.
Se pueden encontrar en grandes superficies, tiendas de ropa y en general, en todo tipo de puntos de venta donde se quiera destacar una marca. Aprovechando su gran tamaño, se suelen incluir folletos informativos.
Tótem publicitario
Por último, el tótem publicitario es un expositor de gran alcance, con muchas caras y perspectivas. Llaman la atención, informan y dan mayor visibilidad a la marca.
Existen diferentes clases y tamaños y debido a su impacto, se usan más en el exterior. Aun así, se ven en el interior cuando hay alguna promoción especial.
¿Cuáles son los mejores materiales para expositores de producto?
Una vez vistos los diseños, veremos cada expositor según su composición.
Cartón
Es el ejemplo más típico de expositor de producto PLV. Es barato, ligero y portátil, así que podrás desplazarlo por la tienda sin problema.
Además, es personalizable, así que hacer un diseño atractivo es sencillo. Su gran defecto es la escasa durabilidad y resistencia, siendo inadecuado si colocas productos pesados. Además, están pensados para durar poco tiempo y tener que cambiarse de manera frecuente.
Madera
Los expositores de madera son más resistentes que los de cartón, siendo ya útiles para colocar peso. Además, le darán un toque ecológico a tu marca, perfecto si esa es tu estrategia.
Sin embargo, la madera no es tan maleable como el anterior, además de ser más costosa y no tan ligera. De este modo, no te será tan fácil cambiarlo de sitio.
Metacrilato
Por último, el expositor de metacrilato es uno de los de mayor calidad. Es resistente, dura mucho y aguanta más peso. Asimismo, se puede moldear a la forma que quiera.
En este caso, su defecto es el precio, que sale algo más caro que los ejemplos anteriores.
Otros factores clave para tener el mejor expositor de producto
Además de escoger la clase y el material correcto, hay otros factores que te ayudarán a tener los mejores expositores de producto.
- Color: el tono escogido es vital, el cual se asocia con la marca y la tienda. Por ello, las corporaciones suelen personalizar sus expositores para que se adapten a la paleta de su marca.
- Forma: dentro de un mismo diseño, pueden tener formas diferentes. Escoge la correcta para que el cliente acceda a los productos y se puedan ver. Además, una buena forma exterior hará que sea más visible.
- Tamaño: lo siguiente es el tamaño del mueble, que debe estar adaptado al local y a los objetivos. Las campañas más grandes tienen expositores de gran tamaño, pero en los lugares pequeños hay que utilizar los más reducidos.
- Posición: el lugar donde esté colocado marca la diferencia. Ten en cuenta la altura de los expositores de producto para que el cliente los vea, así como la localización en el punto de venta. Dependiendo de lo que se quiera vender o publicitar, escoge una u otra.
- Tipografía: el tipo de letra que uses es fundamental para promocionar. Utiliza la clase correcta en tu negocio y juega con los tamaños y formas, con el fin de destacar. Por ejemplo, si se acerca el Día del Padre, puedes usar una tipografía llamativa en grande para señalar un descuento o un producto de regalo especial que quieras vender.
Conclusión
Ahora ya sabes cómo tener el mejor expositor de producto y sacarle el máximo partido. Eso sí, queda el paso más importante, que es convertir tu idea en una realidad palpable. Es fundamental escoger correctamente a la empresa que lo creará, la cual debe contar con impresión de calidad, buenos diseños y opciones que se ajusten a tus planes.
En Aries, somos expertos en crear expositores de productos. Hemos ayudado a muchas empresas a promocionar su negocio y a destacar lo que venden. Cuidamos hasta el último detalle y nos acoplamos a tu presupuesto. Contacta con nosotros para que podamos ofrecerte una propuesta económica hecha a medida. ¡Hablemos!
