Las artes finales son una de las partes más interesantes del proceso de impresión. En este participan diferentes profesionales especializados, los cuales combinan sus esfuerzos para lograr un buen resultado. Cada uno aporta sus conocimientos y su técnica para lograr un resultado que satisfaga al cliente. En esta entrada conocerás lo que son estas artes.
¿A qué se llama arte final en artes gráficas?
Se trata del proceso en el que se preparan los archivos de impresión para enviarlos a la imprenta. En él participan numerosos profesionales. El diseñador, el experto en marketing o el redactor del contenido, si el documento lo posee, son algunos de ellos. Cada uno aporta unos conocimientos precisos y deben actuar unidos para lograr los mejores resultados.
Así, el diseñador maquetará el documento o el arte que este posea de cara a la impresión, el encargado en marketing pensará cómo enfocarlo para llegar al cliente y el redactor escribirá los textos de una forma atractiva o ajustada a la solicitud del cliente. Todo este trabajo, como te imaginarás, requiere de un tiempo, pero los resultados serán palpables una vez llegue la impresión.
Gracias a su labor conseguirás materializar la idea que tengas en mente y con la calidad que solo los profesionales pueden conseguir. Pese a su complejidad, cada trabajador se ajusta a los demás como si fuera una pieza de un puzle. Cada uno aporta unos conocimientos, los cuales se verán reflejados de forma homogénea en el resultado final: un documento impreso.
Además, el archivo resultante de tanto esfuerzo debe estar en perfectas condiciones. De lo contrario, cualquier defecto quedaría patente en la impresión y habría que volver a hacerla con la consiguiente pérdida de dinero y tiempo. Así que no queda más remedio que actuar con precisión y revisar el trabajo constantemente para que esté en las mejores condiciones posibles.
Algunas particularidades sobre la creación de artes finales
En la actualidad, se utilizan diferentes programas de ordenador para realizar el arte final. Uno de ellos es Illustrator, en el cual puedes alterar los colores, formas y dejar el documento listo para pasar a la imprenta. En este programa se pueden establecer las características básicas, como las dimensiones de la hoja virtual en la que se va a trabajar o la gama de colores. Hay diferentes estándares para facilitar el trabajo del profesional.
Una de las claves de este proceso es dejar claro el sangrado del producto final. La sangre es el espacio extra fuera del formato elegido para que, al pasar la guillotina, se visualice correctamente el archivo. Cada imprenta pide unas dimensiones diferentes, por lo que habrá que tenerlas en cuenta para que el corte sea el esperado.
Hay que revisar, además, modo de color CMYK de archivo, los colores en las muestras o las fuentes tipográficas que se han utilizado. Así, se evitan imperfecciones que lleven a una impresión con unos resultados pobres. Revisar el pdf con el trabajo finalizado antes de imprenta servirá para ver que no hay fallos.
Asimismo, los diferentes archivos previos de diseño se diferencia del arte final en que son partes que luego se suman a un todo. Cada uno se puede trabajar por separado para luego unificarlo y obtener un resultado adecuado a las exigencias del cliente. Por descontado, hay que actuar con cuidado durante su desarrollo.
En definitiva, las artes finales representan el fruto de un largo trabajo. Es una parte indispensable del diseño gráfico y previa a la impresión del documento. Gracias a ellas obtendrás unos resultados a la altura de tus indicaciones, a los que podrás dar el uso que tenías en mente.