Cada vez encontramos mas medios para comunicarnos con nuestros clientes y esto dificulta mucho presentar una imagen sólida como empresa. A ello se suma el nuevo modelo de compra dónde los consumidores cada vez se alejan más de la compra por características y lo que desean es adquirir productos y experiencias con las que se sientan identificados a nivel emocional.

Las empresas tenemos un gran reto por delante: conseguir llamar la atención de nuestros consumidores en un mundo hiperconectado, lo que es imposible de conseguir si no tenemos una estrategia bien definida que asiente los cimientos para construir una buena comunicación.

Con el fin de presentar una estrategia clara y una imagen sólida, es necesario que tengamos bien definidas tres preguntas: ¿Quién soy? ¿En qué me diferencio? ¿A quién me dirijo?, y sus  respuestas serán la clave para que funcione tu negocio.

La pregunta ¿quién soy? no tiene que ver con tu propuesta de valor, ni tu actividad principal, va mucho más allá. Saber cuáles son tus valores y la filosofía por la que te riges te ayudarán a determinar tu forma de comunicarte con tu público, o las actividades que se encuentran dentro de tu línea de actuación.

Necesitamos diferenciarnos, no sólo como personas sino como empresa, si los consumidores no quieren comprar cosas que sean iguales y no ofrecemos nada diferente ¿por qué deberían comprarnos a nosotros?. La mejor manera de conseguir saber cuál es nuestro valor añadido o qué es aquello que nos hace diferentes, es a través de una análisis DAFO, dónde conseguiremos ver de un vistazo nuestras debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades, y por tanto, ver en qué podemos llamar la atención. Si observamos las empresas que son tendencia ahora mismo tienen este posicionamiento muy bien definido, como por ejemplo: para Apple sería el diseño, para Xiaomi el precio y para Amazon la escucha activa del mercado.

En cuanto a la última pregunta ¿a quién me dirijo?, nos indicará el tono, el medio y los mensajes a utilizar. La segmentación del mercado no tiene límites desde la aparición del análisis de datos, por eso debemos tratar de cerrar el máximo posible el círculo, esto será muy útil por que cuánto más sepamos de nuestro público objetivo más fácil será trazar una línea de comunicación idónea para él.

Gracias a la respuesta detallada de las tres preguntas conseguiremos crear una comunicación sólida, acorde con la estrategia y fiel a la marca, dónde todo esté bajo el mismo paraguas comunicativo, a través de los medios adecuados y acertando en nuestros consumidores. Y evitaremos invertir recursos innecesarios en campañas, redes sociales o eventos de cualquier tipo.

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