El lenguaje cotidiano utiliza a veces palabras como sinónimas, cuando, en realidad, no lo son ni tienen nada que ver. Esto es algo que sucede con la portada y las cubiertas del libro, en ocasiones, utilizadas como “lo mismo”, cuando son unos conceptos totalmente diferentes.

Hay distintas partes de un libro, como cubierta, lomo, solapa, forro, anteportada, contraportada, portada, páginas preliminares y página legal, entre otras. ¿Sabes que la portada y las cubiertas son unas partes diferentes del libro y no la misma? ¿Podrías distinguirlas fácilmente?

Diferencias entre portada y cubiertas

Todos los libros tienen cubierta y portada. Se distinguen una de otra en que la cubierta es exterior y la portada es interior. Cuando la cubierta se encuentra en la parte exterior del libro, la portada está en su página 3 o 5. La cubierta suele diseñarse a todo color.

La cubierta suele estar realizada en un material protector, que da consistencia y cubre las hojas del libro cosidas o encoladas. La portada se encuentra en una de esas hojas (3 o 5).

En ocasiones, erróneamente, se denomina portada a la cubierta de libro, algo que debes evitar en el caso de hablar con un editor o impresor, por la importancia de hacer el encargo adecuado y para no dar lugar a confusiones.

De hecho, cuando escuchamos hablar de diseño de portadas, generalmente, solemos entender que es el exterior del libro, pese a que se trata de la cubierta. Aunque los profesionales conocen la diferencia entre ambos conceptos, este término es más empleado y se utiliza para promocionar servicios de diseño gráfico.

En ciertos casos, se confunden ambos términos porque en las revistas y los periódicos la portada es la primera página, algo que muchos trasladan a los libros, cuando no es así.

Aunque numerosas personas entenderán que, cuando nombras la portada, puedes estar refiriéndote a lo que, realmente, es la cubierta, la mejor opción pasa por hablar con propiedad y conocer que no son el mismo concepto. Independientemente de que se sigan denominando erróneamente.

¿Para qué sirve cada una?

La portada es la página del libro en que se contienen el título, el autor y el sello editorial. También puede incluir el nombre de editor, el traductor, su género y alguna imagen atractiva. Antes incluía otra información relevante, como la fecha de impresión.

La principal función de la portada es dar información más completa sobre el libro. Por ello, incluye los datos antes mencionados. Si no hay portadilla, puede ser la primera página impresa del libro. Su función es informativa.

La cubierta, por su parte, es la parte exterior delantera del libro que cubre sus pliegos y, generalmente, reproduce los datos de la portada. En España, a la cubierta también se le llama tapa. Es el primer contacto del lector con el libro, el primer elemento con el que te encuentras, por lo que su diseño debe ser atractivo y llamar tu atención.

Un diseño pobre hace que la imagen del libro sea menos atractiva, lo que incide en menores ventas. Un diseño descriptivo y atractivo, sin embargo, puede incrementar las ventas y despertar el interés en su lectura. La principal función de la cubierta es vendedora.

Aunque antes la cubierta se utilizaba para proteger el libro, ahora ha adquirido un mayor protagonismo y se usa para promocionar la información del texto que hay en su interior. Por eso, es tan importante encargar un diseño profesional de la cubierta del libro.

No olvides que, para utilizar los términos correctamente, la mejor forma de diferenciar estas dos partes de un libro es tener claro que la cubierta es exterior y la portada es interior. Así de sencillo.

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