Textos, ilustraciones o elementos gráficos pueden ser encuadernados con diferentes propósitos. Gracias a la encuadernación se consiguen varios objetivos: proteger, clasificar o aportar un valor estético a un libro. Se trata de un elemento fundamental para conseguir un acabado final duradero en tus escritos o imágenes. A la hora de realizar este tipo de trabajo puedes optar entre diferentes tipos de encuadernación.
Clases de encuadernación
Existen una gran variedad de clases de empastado de libros conocerlas te ayudará a decidir cuál es la que más te conviene. Eligiendo correctamente, obtendrás un trabajo final que cubra tus expectativas, tanto estéticas, de usabilidad y de durabilidad.
Se pueden distinguir dos tipos de clasificaciones, una en función de la estética y otra basada en la técnica utilizada para lograr el resultado final.
Tipos de encuadernaciones estéticas
Hacen referencia al material utilizado en el acabado.
Rústica
La encuadernación rústica también es conocida popularmente como tapa blanda. Se cubre con papel sobre el que se imprime la portada y demás motivos que dan estética al libro. El tipo de papel puede variar desde uno similar al del interior, aunque habitualmente es algo más resistente o encerado. Se trata de un proceso rápido y eficaz.
Tapa dura
También conocida como cartoné es un formato muy conocido. La cubierta se confecciona en cartón, aportando una gran resistencia al libro. Este tipo de material asume mejor el paso del tiempo y protege el interior de golpes puntuales. Es una gran elección si pretendes que el libro se conserve en el tiempo. La tapa dura es un acabado muy utilizado en cualquier tipo de publicación.
Tela
Encuadernar en tela es una técnica originaria del siglo XIX. Por norma general, se combina con la tapa dura, ya que el material se encola sobre el cartón de esta. Es uno de los acabados más estéticos y elegantes, además de tener una gran versatilidad. Ofrece un resultado final muy vistoso y su uso también es habitual en la restauración de libros. Existen diversos tipos en función del tipo de tela elegido.
Holandesa
Esta clase de encuadernación se caracteriza por el uso de varios materiales en un solo libro. Por norma general se elige uno para el lomo y otro para las tapas. Para conseguir un gran resultado es necesario realizar un trabajo artesanal, por lo que resulta bastante costosa. El resultado es elegante y único.
Otros tipos de encuadernación
Existen técnicas de encuadernado más elaboradas y artesanales como la de pergamino, marroquín o pasta española. Suelen contar con decoraciones muy elaboradas y totalmente artesanales.
Tipos de encuadernaciones en función de la técnica
Los libros se pueden clasificar en función de la técnica utilizada para hacerlo.
Grapas
Se trata de un sistema sencillo. Por norma general se utilizan unas grapas con forma de horquilla que sobresalen en el lomo del libro.
Espiral o wire-o
Es una técnica rápida y bastante resistente. Se usa una espiral de alambre que se pasa a través de unas perforaciones realizadas en el lateral izquierdo de las hojas que componen el libro. Ofrece diversas posibilidades.
Tipos de encuadernación resistentes: encolada
Se trata de una técnica más resistente y bastante común en los libros actuales. Se usa cola para unir el dorso de las hojas a la cubierta por el lomo del libro. Se suele combinar con la tapa dura para conseguir un resultado final resistente.
Cosida
En este caso se recurre a un material como el hilo para lograr un resultado resistente y de calidad. Existen dos técnicas diferentes; una cose a lo largo del extremo izquierdo, la otra desde dentro del lomo y hacia fuera.
Conocer la importancia de encuadernar te permitirá elegir una técnica y un material acorde al resultado que deseas conseguir. Cada uno de los tipos de encuadernación responde a una necesidad y propósito.