Seguramente hayas escuchado hablar de la encuadernación rústica. Se trata de uno de los métodos más económicos para editar un libro, haciendo que sea más barato de comercializar y aumentando las ventas. Esto lo consigue aplicando diferentes técnicas para unir las hojas, unas más avanzadas que otras.
Si quieres imprimir tu propio libro sin gastar demasiado dinero, este método es para ti. Sin embargo, hay mucho que contar sobre ella, ya que hay diferentes clases y esto puede dar lugar a confusión. Por ello, te vamos a revelar todos sus secretos, explicándote los tipos y diferencias con otros métodos.
¿Qué es la encuadernación rústica?
Llamada también encuadernación de tapa blanda, es un sistema que usa cubiertas de papel, plástico o cartón, mucho más fino que la tapa dura, que servirá para proteger y unir las diferentes hojas. De este modo, no hay diferencia entre la encuadernación rústica y la de tapa blanda, ya que son sinónimos.
Originario del siglo XIX, sirvió como alternativa a la tapa dura, siendo un método más rápido y económico. La unión del libro con la cubierta es más sencilla y eso permitió democratizar la lectura, aumentando la tasa de alfabetización y abaratando costes. Hoy en día, se usa para revistas, libros de bolsillo, folletos y otras publicaciones.
Tipos de encuadernación rústica
Hay varios tipos que utilizan este método de tapa blanda. Vamos a ver los más conocidos.
Con grapas o a caballete
Es uno de los sistemas más sencillos y prácticos que existen. Consiste en usar una grapa para unir los pliegos por el centro, haciendo que todas las hojas tengan forma de libro. A pesar de ser económico, es frágil y está limitado a un número máximo de páginas.
Un papel offset de 90 gramos tendrá un límite de unas 100 hojas, mientras que uno estucado de 200 estará limitado a unas 20 aproximadamente. Por ello, se usa en folletos, catálogos y pequeños cuadernos y libretas.
Encuadernación rústica cosida
Se trata del método más clásico, pero también uno de los más lentos y costosos. Como su propio nombre indica, se cosen los libros por la parte del lomo, formando pliegos. Es conocido por tener la llamada “cabezada”, que está en la cabeza y pie y tiene una función decorativa y de unión.
Una vez terminado, se aplica pegamento para unirlo y se coloca la tapa. Si se hace bien, es un sistema muy duradero, aunque es mejor optar por la tapa dura (cartoné), ya que la cubierta es más resistente.
Encolada
El método de encolar consiste en pegar las hojas a la tapa utilizando adhesivo. La diferencia entre la encuadernación rústica cosida y pegada es que aquí no se usa hilo, sino solo el pegamento. Es de dos tipos:
- Fresada: consiste en fresar el lomo para crear una forma de taco, utilizando adhesivo o cola con el fin de pegarlo a la tapa blanda. Es usado en libros de bolsillo y elementos donde se busque la economía antes que la durabilidad.
- PUR: similar al anterior, pero este método utiliza un pegamento de poliuretano reactivo, mucho más duradero. Esto hace que la resistencia sea mayor, siendo ideal para usos intensivos como catálogos corporativos y revistas. Por ello, el coste es superior.
Wire-o
Es un sistema que utiliza un alambre en forma de anillas, el cual se dobla sobre él mismo y sirve para unir todas las hojas, sin necesidad de encolar ni coser. Es muy común en libretas, agendas y en catálogos, ya que es barato y permite unir más páginas que las grapas con gran facilidad.
Es cómodo y relativamente duradero, aunque sus usos están limitados. Por ejemplo, no se puede imprimir una novela o un libro con este sistema, quedando reservado para usos más informales.
Encuadernación rústica con solapas
Es una variación del método encolado, pero utilizando solapas, que se doblan hacia adentro como si fuera un libro de tapa dura. La mayor ventaja es que se puede usar de marcador, además de ofrecer más protección a un coste inferior.
El autor puede usarlas como sobrecubierta, igual que si fuera una tapa cartoné. Además de darle un toque sofisticado y mejor apariencia, añadirá información adicional sobre el libro o del autor.
Diferencias con otros tipos de encuadernación
Una vez visto el funcionamiento de la tapa blanda, veremos qué tiene de especial con respecto a otros métodos conocidos.
Diferencia entre encuadernación rústica y cartoné
La tapa dura o cartoné es el método más avanzado y costoso para encuadernar. El nombre viene porque se usa un cartón duro y muy rígido que protege al libro. Por ello, es un método que no tiene nada que ver con la tapa blanda, siendo completamente lo contrario.
En primer lugar, es un sistema mucho más antiguo, pues fue el método principal hasta que se descubrió la encuadernación rústica, que es relativamente reciente. En segundo lugar, es mucho más costoso, así que se usa para los ejemplares más caros o cuando se busca un acabado de calidad.
El sistema de fabricación es más complejo, ya que hay que fabricar la cubierta y ensamblarlo todo, generalmente cosido y pegado. En cambio, para el sistema rústico se aplica un sistema mucho más simple.
Encuadernación térmica
También existen varias diferencias entre la encuadernación rústica y la térmica. Esta última utiliza el calor para unir las páginas, sin tener que fresar el lomo. Aplicando una temperatura elevada y pegamento, se consiguen sellar las páginas.
La mayor ventaja es que permite elegir entre tapa rígida o flexible. Sin embargo, tiene sus limitaciones, estando reservada a impresiones de 50 páginas para un papel de unos 90 gramos y teniendo menos durabilidad. Por ello, se puede ver en pequeñas revistas o folletos.
Diferencias entre encuadernación rústica y en tela
Por último, está este sistema, que es una variante de la tapa dura o cartoné. En este caso, las tapas están recubiertas por tela, utilizando generalmente lino, algodón o una mezcla de ambas. De manera habitual, el tejido posee estampados e impresiones que agregan detalles decorativos.
Este método es bastante costoso y se reserva para ediciones especiales de libros o unidades caras. Se aplica encolando tela a la tapa dura, usando un proceso manual que cuida hasta el último detalle.
Preguntas frecuentes
Vamos a resolver algunas preguntas frecuentes.
¿Qué método es mejor para imprimir un libro?
El sistema depende de tus necesidades y preferencias. En trabajos escolares o pequeños folletos, servirá con la encuadernación de grapas o el de anillas. Si se busca más durabilidad, el mejor método es el encolado PUR con solapas, ya que el cosido es más propio de la tapa dura.
En cualquier caso, lo ideal es consultar con un profesional para que te asesore de acuerdo a tu presupuesto. No todos los clientes son iguales y lo que funciona en unos no valdrá para otros.
¿Cuánto tardan en hacer una encuadernación rústica?
Esto depende de varios factores como la elección del método, el acabado, el número de hojas, la cantidad de copias y el tamaño. Tienes que facilitar a la imprenta los detalles de impresión, así como el lomo del libro.
Los trabajos más sencillos pueden estar listos en 24 horas, mientras que otros podrían tardar 20 días en entregarse. En cualquier caso, es más rápido que el sistema cartoné y mucho más que el de tela, que es 100% manual.
Conclusión
Ahora ya sabes todo sobre la encuadernación rústica y elegido el método ideal, seguro que estás deseando imprimir tus libros, folletos o revistas y hacer realidad tu proyecto. Eso sí, no sirve de nada escoger bien si luego el resultado final no es de calidad. Por ello, elegir a los profesionales adecuados es fundamental.
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